A.A. PARA LAS MUJERES

No estas sola

Si te parece que tienes un problema con la bebida — si tienes la sospecha de que el beber pueda ser uno de tus problemas — vas a leer en este folleto historias de mujeres que en una época tuvieron las mismas dudas y sensaciones que ahora tienes.

Puede que la palabra “alcohólica” te desconcierte. Para mucha gente, todavía significa persona sin carácter, o paria. Particularmente al aplicarse a las mujeres, este concepto erróneo es aún bastante común. Por lo general, la sociedad tiende a considerar al borracho con tolerancia o incluso como algo divertido, pero siente repugnancia por la mujer que se encuentra en la misma condición. Más trágico aún es que la mujer a menudo comparte este prejuicio. La pesada carga de culpabilidad que lleva cada bebedor alcohólico, en el caso de la mujer a menudo se duplica.

Las mujeres de A.A. se han quitado la carga paralizante de la culpabilidad no justificada. Se han enterado de un hecho médico que se refiere a sí mismas.

El alcoholismo en sí no es cuestión de moral o de costumbres (aunque sin duda las afecta). El alcoholismo es un problema de salud. Es una enfermedad, y como tal ha sido descrita por la Asociación Médica Norteamericana, y la Asociación Médica de Gran Bretaña.

En A.A. no hay que firmar formularios o solicitudes o pagar la entrada. No se te pedirá que te subscribas a un “curso de tratamiento” formal. Simplemente conocerás a hombres y mujeres que han encontrado un medio para librarse de su dependencia del alcohol y han empezado a reparar el daño que la bebida les ha causado en su vida. Tú también puedes gozar de tamaña libertad y recuperación.

En este folleto, no encontrarás estadísticas frías, sino las historias personales de algunas mujeres alcohólicas. Se han escogido estas historias para representar la experiencia que las mujeres alcohólicas tienen en común, y para indicar la amplia variedad de mujeres que se recuperan del alcoholismo, lo que A.A. significa para ellas y lo que podría significar para ti también. Después de asistir a su primera reunión, algunas mujeres han hablado de “una sensación de intimidad por estar con otra gente que tenía el mismo problema que tenía yo…” “Compasión y comprensión…” “Un ambiente de amor incondicional...” “Me di cuenta de que no estaba sola.”

Extraído del folleto: A.A. para la mujer
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